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domingo, 23 de septiembre de 2012

Hecho en México, 2012

Uno de los factores más importantes de cualquier obra es la apertura de la misma para la discusión. Sin duda HECHO EN MÉXICO es una pieza que permite la lectura desde varias aristas hacia un mensaje parcializado y reduccionista de la cultura del país.

Si bien habrá mucho qué decir del documental desde varias perspectivas, he de focalizarme en la incongruencia de una producción que pretende encontrar el corazón de la identidad mexicana con un presupuesto de Emilio Azcárraga dirigido por un británico (Duncan Bridgeman), con colaboración de bastantes extranjeros. El documental entonces no miente en su título: Hecho en México, pero falta resaltar que no precisamente por mexicanos.

El desarrollo narrativo va en picada poco a poco y resulta cansado el último cuarto de la película, esto además si consideramos la temática tendenciosa de las secciones finales del documental; y aunque es innegable que cada uno de los elementos retratados son parte del esqueleto cultural de México, el documental se anula a sí mismo en la capacidad de propuesta: así son los mexicanos, y ya.

La perspectiva de ventana hacia algunos pueblos y sus manifestaciones culturales, no deja de ser desde una visión de clase alta: las entrevistas, tomas y protagonistas siguen representando el arquetipo contradictorio del Mexicano luchador pero conformista, orgulloso y autodestructivo, espiritual y guadalupano... un México que carece de otras formas de desarrollo y convivencia que también forman parte de la vida cultural de nuestro país. Pareciera que vivimos de una identidad vieja y pasada, porque lo moderno jamás sería parte de nuestras vidas.

Musicalmente es una joya, esto por supuesto era de esperarse considerando la experiencia de Bridgeman al respecto. Chavela Vargas (QEPD) se roba el instante más certero de las participaciones con una interpretación que cala el alma a sabiendas de su reciente deceso. Las demás intervenciones fluyen de forma inesperada y bien construida, llevando al expectador de la mano con las imágenes a recibir un mensaje dirigido pero ambiguo.

HECHO EN MÉXICO es, entonces, una producción que no debemos dejar pasar como mexicanos, ya sea para construir una imagen más rica de nuestro país o para simplemente buscar entretenimiento en la película; pero siempre conscientes de que este tipo de producciones son un punto de partida que invita a la reflexión, no al consumo ingenuo de las mismas.

martes, 3 de julio de 2012

Un Método Peligroso (A Dangerous Method, 2011)

A Dangerous Method es la interpretación cinematográfica de la novela escrita por John Kerr, un acercamiento a tres grandes mentes en la psicología basada en la historia real.  Por sí misma, una película perniciosa e intrigante con una premisa interesante que cumple las expectativas del público, aunque no totalmente satisfactoria.

Lo que pudo haber sido para Keira Knightley uno de los papeles más espectaculares de su carrera se queda en un sobreactuado intento que va madurando con la película, pero que exigía mucho más corazón que técnica después de una escena de apertura tan dramática como el planteamiento que realiza David Cronenberg en A Dangerous Method.

Fassbender y Viggo Mortensen, por otro lado, ofrecen una actuación radiante, encontramos un acompañamiento actoral que se agradece como espectador a pesar de reflejar una enemistad explícita en el filme.  Los personajes resultan creíbles, aunque exageradamente poéticos.  Esto quizás es una de las características de la película en sí, aunque no logre cuajar para tocar lo suficientemente sensibles en la gente.

La película se desarrolla limpia, obsesiva y compulsiva como Jung (Michael Fassbender), con un guión basado en hechos reales en donde el drama toma parte fundamental de la historia para poder ser contada, ya que de otra manera no implicaría mayor interés para la audiencia.  La historia del psicoanálisis contada desde tres de sus principales contribuyentes es, por sí misma interesante, y quizás este elemento es lo que sostiene en todo momento el desarrollo.  Sin embargo, la narrativa se desarrolla lenta y entrecortada, hasta tropezada en ocasiones.

Finalmente, considerada como cine de arte, estará en boca y mente de sus seguidores, pero como tal, no será bien recibida por el público en general; aunque no es una película trascendental, sí una opción interesante en el cine.

jueves, 28 de junio de 2012

Colosio: El Asesinato (2012)


La industria cinematográfica mexicana no se destaca precisamente por realizar producciones policiacas o de acción, mucho menos por ser relevantes en cuanto a temas nacionales se refiere; quizás por esto Carlos Bolado tiene un acierto en la dirección de Colosio, presenta una investigación recapitulada de forma inteligente y bien justificada a nivel narrativo en un contexto político complicado.  El resultado es una aceptación favorable por parte de la audiencia y una película atemporal sobrevalorada que llegó en el mejor momento para su historia.

La investigación detrás de los hechos presenta todos los cabos sueltos de la información a la que la mayoría de la gente no pudimos acceder debido a lo limitado que era el acceso a los medios en la época.  Por supuesto, las historias están fundamentadas en hechos verosímiles y, muchos de ellos, apegados a la realidad.

La historia probable alrededor de un Colosio fabulosamente personificado es llevada con un buen ritmo de inicio que poco a poco fue mermando hasta llegar a un buen final.  Y aunque no terminamos de superar la imagen cinematográfica del México violento que nos ha caracterizado durante más de una década, Colosio: El Asesinato es una película que encuentra su estilo propio.

Bajo algunas actuaciones forzadas y escenas sangrientas, con un memorable Gimenez Cacho en un papel trascendental y varias tomas recreadas con singular precisión, esta película resulta ser un buen trabajo nacional, favorecido por supuesto por el contexto y el morbo, pero que al final logra en parte el objetivo bajo el cual se ha vendido la película: despertar conciencias.

Una película interesante, bien lograda y con un guión totalmente creíble, para audiencias que no tuvieron relación con el atentado y para atar cabos sueltos en las generaciones que lo recuerdan.  Buena opción que resulta interesante de revisar y discutir.

lunes, 18 de junio de 2012

Prometheus, 2012


Con un lastre muy pesado y condenada a la comparación constante, Prometheus es el regreso de Ridley Scott a la franquicia que catapultó su nombre a finales de los años 70 al entregar una de las películas de terror más icónicas de todos los tiempos: Alien.

La suntuosidad maravillosa de Prometheus es el aliciente para el ojo que atrapa al espectador en la historia.  Con una fotografía impecable y brutalmente estética, Scott nos cuenta un antecedente a sus historias, Blade Runner y Alien, con la intención de generar nuevas líneas discursivas sobre una franquicia sobreexpuesta y cansada.

El problema de esta entrega reside principalmente en dos cuestiones: la inevitable comparación con Alien y grandes huecos en un guión poco consistente en lo que se refiere a la criatura por sí misma.  El primer problema es del espectador y, afortunadamente, es curable.  Si entendemos Prometheus como una precuela que debe responder a parámetros de éxito en taquilla y a la narrativa contemporánea de las películas en general, entonces resulta bastante acertada al alejarse de la tensión silenciosa y morbosa de Alien.

El segundo problema es un poco más grave, ya que el ciclo de vida de la criatura había quedado absolutamente claro durante toda la franquicia: la audiencia lo comprendió, lo aceptó y le dio credibilidad, obteniendo así un monstruo perfecto y totalmente verosímil.  Prometheus, en su afán de generar paralelismos a la historia, no logra sino romper el ADN y arrugarlo sin lógica hasta evolucionar a la criatura “conocida”… o lo más cercano a ésta.

Lo anterior es totalmente comprensible.  Si partimos de que Damon Lindelof, escritor de LOST, está detrás del guión, y fuimos testigos de esta serie, entenderemos que los cabos sueltos y las preguntas sin respuesta son su especialidad.  Lo difícil de comprender es cómo una historia con dos años de producción y con el director más importante para la franquicia se aprobó hasta llegar a este punto.  La explicación reside en la misma justificación: había que apegarse a las formas actuales de hacer cine para lograr un éxito en taquilla.  Y lo hicieron.

Agradecemos no ver un remake de Alien.  Sobre todo, y aunque quizás un servidor podría ser el más interesado, es refrescante deshacerse de Ellen Ripley y tener a Noomi Rapace en el papel de la nueva heroína.  En definitiva Scott deja muy claro hasta dónde intentó alejarse lo más posible de la historia original respetando gran parte de la idea.

Finalmente, Prometheus es un gran acierto a nivel de entretenimiento.  Escenas de gran adrenalina y lugares nostálgicos que preceden a Alien envueltos en un ambiente 3D producido con gran inteligencia, hacen de este filme un deleite visual y sonoro; eso sin mencionar la actuación de Michael Fassbender, quien se destaca del elenco que en ocasiones reacciona de forma poco creíble, gran parte por culpa del guión.

Totalmente para fanáticos de la franquicia y en búsqueda de nuevas audiencias, Prometheus es una parada obligada que se debe disfrutar sin pensar que veremos al Ridley de Alien, sino a uno más agresivo y ambicioso con una nueva historia qué contar.

miércoles, 23 de mayo de 2012

El Cuervo (The Raven, 2012)

Con una propuesta poco factible y bajo una promesa sin aportaciones, el director que presentara la gran capacidad histriónica de Natalie Portman en V FOR VENDETTA sucumbe al sensacionalismo del espacio que dejara el llamado "Torture Porn" en su década más prolífica y entrega THE RAVEN, una historia que no deja clara su postura y termina por ser demasiadas cosas, y ninguna a la vez.

James McTeigue toma los últimos días de Edgar Allan Poe, uno de los más representativos escritores norteamericanos en el género del terror, y lo convierte en víctima de su propia imaginación, encerrándolo en el guión desarrollado por Ben Livingston y Hannah Shakespeare.  La premisa como tal es tentadora: nada más atractivo que descubrir aun cazador siendo presa de su propia imaginación, sin embargo las historias encerradas en un periodo histórico, sobre todo cuando hacen alusión a un personaje real y de tal magnitud, deben conservar una serie de características importantes que realmente remonten a la época aún cuando son parte de una historia ficticia; desafortunadamente para el espectador esta cinta deja mucho qué desear.

THE RAVEN es entonces una forma vintage de ver SAW (cuya franquicia ya nos había presentado, aunque indirectamente, el infame péndulo de la muerte) de principio y una historia en la sombra de producciones como SHERLOCK HOLMES buscando al mismo tiempo el espectáculo y la trama inteligente.

John Cusack nos regala un Poe acartonado y poco emotivo, y el resto de los personajes no son sino un relleno en la película que no aporta novedad a un género doblemente explotado que ha llevado a la pantalla grande historias mucho más trascendentales ya sean como mero entretenimiento o buscando revivir algún personaje representativo del pasado.

THE RAVEN es, finalmente, una historia con sangre falsa e innecesaria envuelta en una producción ambiciosa que puede pasar desapercibida en la pantalla y no apela, ni siquiera, a la inteligencia de la audiencia para intrincarse en el juego que plantea su guión.

martes, 24 de abril de 2012

Mi semana con Marilyn (My Week With Marilyn, 2011)

Simon Curtis, un director de películas para televisión sin pena o gloria, nos presenta una cinta honesta y al desnudo; una historia simple en la vida de un personaje cualquiera ejecutado con precisión por Eddie Redmayne. Pero el corazón de MY WEEK WITH MARILYN no es otro sino Michelle Williams en el icónico retrato de Marilyn Monroe.


Quizás Williams falle en algunos de los rasgos más sobresalientes de la actriz que emula, pero en esencia, el espectador no dejará de ver a la frágil y graciosa Marilyn desde todas sus aristas: la actriz, la desconocida, la lunática... el ícono.

Con un guión estructurado y de la mano de un buen reparto, esta película es una tragicomedia mesurada cuyo encanto principal reside en la inevitable melancolía y curiosidad.

Apologética y cadente, MY WEEK WITH MARILYN desarrolla la vida de un personaje resumida en una semana cargada de tantos aciertos y desaciertos, logrando que la audiencia conozca íntimamente en tono condescendiente a la rubia que abrió el camino a las superestrellas femeninas.

Una película poco suntuosa y sin altas aspiraciones que cautiva, envuelve y entretiene; alejada de las grandes producciones, pero para un público muy específico que la recibirá con gusto, no así el resto de las audiencias, para quienes resultará aburrida y tediosa.  Una historia en la que aparentemente "no pasa nada" pero se acerca certera a nostálgica interrogante por conocer quién era y qué hubiera sido de esta estrella, de la mano de una justa interpretación por Michelle Williams, que incluso le valió el Golden Globe y la nominación al Oscar.

Buena opción para disfrutar.

jueves, 19 de abril de 2012

[Rec] 3: Génesis (2012)

En un pésimo y desafortunado intento por revivir una franquicia que pudo haberse posicionado de manera importante en el ámbito internacional, Paco Plaza, alejado de Jaume Balagueró, nos hace una tercer entrega de lo que debió ser una pieza fundamental en la historia, destrozándola y convirtiéndola en una comedia mal lograda, forzada y absurda.

Quizás Plaza se inspira en personajes como Sam Raimi para ejecutar, de forma pobre y sin imaginación, una historia que no emprende, concluye o explica nada sobre las dos anteriores y, sin aportar nada nuevo al género o a la línea discursiva, pasa sin pena o gloria en una de las peores formas que ocurre el terror: como comedia deplorable.

Haciendo un recuento en la historia de REC, en conjunto podría considerarse en picada entre los zombies y los poseídos; el grave problema de esta tercera entrega son las dosis de lugares comunes entre la comedia y la sangre, poco Tarantino, poco Eli Roth, y muy poco convincentes.

Si acaso hay algo que rescatar de REC 3 es la secuencia de inicio, donde las actuaciones son bastante realistas y convincentes; pero que pierden el encanto en cuanto el director toma la cámara para contar la historia fuera de la primera persona -que precisamente era el recurso, muy "a la Bruja de Blair", que caracterizaba la franquicia- y, como los zombies (¡?) que atacan a los indefensos protagonistas, va de mal en peor.

Y así, termina por condenarse una franquicia que entró al género con el pie derecho, con los directores separados en líneas discursivas diferentes (Baulagueró continuó con la industria norteamericana en la entrega de Quarantine y Quarantine 2, una versión estilo Hollywood de REC), explicaciones innecesarias y guiones descuidados. Pésima opción en cartelera y una muestra de que el terror como el amor, cuando es forzado, resulta en un fracaso sin salida.

jueves, 5 de abril de 2012

Furia de Titanes II (Wrath of the Titans, 2012)

La primer entrega de la saga basada en la compleja mitología griega, fue un intento poco exitoso por generar una trilogía con tintes épicos para convertirse en una franquicia memorable. Desafortunadamente la dirección de Louis Leterrier fue equivocada en varios sentidos, comenzando por la baja credibilidad lograda por los personajes y los efectos forzados para una tercera dimensión que apenas comenzaba.

Jonathan Liebsman retoma el agonizante proyecto y lo lleva por el camino que parece ser el más adecuado para la franquicia: el entretenimiento juvenil.

Contextualizando esta película en tal interés, la segunda entrega de Furia de Titanes se aleja de la estética y poco fundamentada primer parte y constituye una acertada secuela con mejores y más aprovechados recursos, logrando así una producción entretenida y bien trabajada en cuanto a producción, específicamente en el campo de los efectos especiales.

Pocos son los momentos donde las actuaciones sobresalen, y aunque suene poco prometedor, tampoco es precisamente este el tópico de mayor interés para este tipo de filmes, lo realmente rescatable son las proporciones de los efectos en cuanto a la película por sí misma y lo bien aprovechados que fueron los recursos para construir un mundo creíble que, finalmente, cumple con el cometido de la película.

Wrath of the Titans no es un guión para ser rescatado por su complejidad, tampoco un puñado de actuaciones sobresalientes y memorables, pero sí una producción entretenida y bien producida que satisface el objetivo de su audiencia sin mayores pretensiones, eso si logra romper con el lastre que fijó su antecesora y captar al público perdido para seguir avanzando y presentar la última parte en 2014, cuya producción ha revelado pocos detalles que permitan tener mejores expectativas al respecto.

sábado, 24 de marzo de 2012

Los Juegos del Hambre (The Hunger Games, 2012)

El poco alentador título de la saga escrita por Suzanne Collins es un espectáculo cinematográfico perfectamente bien logrado a pesar de la poca esperanza -y bajo presupuesto- que ha depositado la crítica y la productora misma (Lionsgate) en la franquicia.

Una historia ambiciosa y salvaje que busca en las entrañas de una humanidad egoísta y voraz, nos cuenta la historia de Katniss Everdeen, fuerte adolescente luchadora que deberá enfrentarse al destino por su propia decisión para buscar la victoria en una encarnizada lucha de sobrevivencia.

Lo que pudo haber sido una historia mucho más compleja se queda corta ante el tiempo que tiene la película para desarrollarse a pesar de sus más de dos horas de duración, esto la obliga a darle la importancia necesaria a escenas precisas y justas sin la necesidad de generar historias alternativas que terminan con cabos sueltos. La dirección y edición se centran en la narrativa principal con justicia a la historia literaria y generan una tensión constante ante el ineludible destino de sus personajes: sólo uno deberá sobrevivir.

Los niveles éticos de trasfondo en THE HUNGER GAMES son vastos y abordados desde una perspectiva brutal: la inhumanidad de quitarse la vida unos a otros para mantener la benevolencia del Capitolio (o gobierno) es un tema con trasfondo político y social presentado de una forma bastante sutil, pero sin dejar de lado una violencia latente equiparable al género del terror mostrando sólo lo preciso y cuidando el hecho de que, en resumidas cuentas, es una carnicería infantil.

Con actuaciones que, aunque generan poca empatía, se desarrollan de una forma bien lograda, los personajes de esta película encarnados por Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson a la cabeza, logran convencer a la audiencia y llevar el ritmo del filme con éxito hasta el final. El resto de los caracteres actúan de forma lógica sin arrebatos o dobles intenciones, lo que quizás le ha costado a la producción cuna crítica poco favorable ante las posibilidades de desarrollo, pero que llegan ineludibles al público que persigue la película.

Lionsgate declaró que la trilogía será completada con base en el éxito que obtenga THE HUNGER GAMES, lo que nos habla de la baja esperanza por parte de la productora hacia la dirección y producción de la película, esperemos que el cuarto lugar de taquilla durante el fin de semana de apertura en la historia norteamericana (Detrás de THE DARK NIGHT, SPIDERMAN 3 y HARRY POTTER AND THE DEATHLY HALLOWS PART II) le asegure mejor distribución-producción-mercadotecnia para posicionarse como una historia de culto que seguramente será favorita para esta generación, y que desafortunadamente quedará bajo la sombra de producciones como LORD OF THE RINGS o HARRY POTTER.

THE HUNGER GAMES es una excelente opción qué disfrutar con la mente abierta y sin expectativas, dejando un agridulce sabor de boca ante los espectadores.

viernes, 24 de febrero de 2012

Anónimo.

Estimado anónimo: la crítica más honesta es la que viene de una persona con nombre y apellido.

No tienes que estar de acuerdo con mi opinión, pero al menos valdría la pena un poco de valentía para debatirme e incluso ofenderme, siempre y cuando tengas las bases para hacerlo y la mínima decencia de identificarte.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Historias Cruzadas (The Help , 2011)

Existen historias encaminadas al arrebato de las lágrimas de los espectadores "a como de lugar", estas películas se ganan un lugar en el corazón de la audiencia porque no entendemos cómo cinco minutos son suficientes para escudriñar en nuestro interior y dejarnos escapar un par de lágrimas para desatar el nudo en la garganta.

THE HELP, por el contrario va tendiendo una red lentamente, la va encauzando y apretando cada vez más fuerte para lograr no una historia dramática, sino un pasado conmovedor.

En un presente poco escandaloso por la situación de las personas afroamericanas, THE HELP es una película encarnada de una novela sin frescura en su contenido para la actualidad, quizás; pero muy honesta desde la voz de Kathryn Stockett.

De la mano de un elenco finamente seleccionado y con personajes que logran una total empatía, Taylor presenta la historia de un Mississippi en los 60's lleno de un racismo irracional, no por el salvajismo de su naturaleza, sino por la ignorancia que capitalizaba la ideología respecto a los afroamericanos, incluso llegando a tocar el tema de algunas minorías como los homosexuales.

El corazón de de esta película destacamos historias de coraje, de valor y fuerza, hidalgos que se han quedado sumergidos en la vida diaria de nuestra actualidad.

Una fotografía brillante y colorida, la precisa edición y un bien tramado guión, llevan al espectador a un excelente entretenimiento ligero, por qué no, quizás poco celebrado por los críticos; pero sobrellevando esta recepción para ganar cuatro nominaciones a la estatuilla holliwoodense más prestigiada y llevándose el premio de la AFI.

THE HELP quizás no llegue en un momento crucial para la historia de las razas, pero sí a cuestionarnos internamente sobre los valores con los que hemos crecido y la importancia de nuestras raíces para entender nuestro presente.

Avergonzante para los mexicanos podría resultar vernos reflejados ante el espejo de HISTORIAS CRUZADAS, y no por el racismo hacia los afroamericanos, sino por ser iguales -o peores- que los personajes más salvajes, pero con nuestra propia raza.

martes, 17 de enero de 2012

Tenemos que hablar de Kevin (We need to talk about Kevin, 2010)


La sociedad tiene que hablar de Kevin: un adolescente que nos representa a muchos a nivel simbólico hijos de una madre conflictuada, culpable y siempre presente.

Lynne Ramsay nos entrega una cinta salvaje y entrañable. El retrato doméstico de una familia disfuncional con un déficit irracional de comunicación que nos invita a sufrir cada minuto del dolor ajeno tomados de la mano con una brillante Tilda Swinton.

 El guión es extraído de la obra literaria de Lionel Shriver, considerando esta adaptación como un gran trabajo cinematográfico por la crítica; y nos ofrece la historia de Eva Khatchadourian en el duelo absoluto a partir de las acciones de su hijo, Kevin. La desesperación que sugiere el título de esta película se queda corta al contrastarla con el contenido sumamente cuidado y simbólico del filme.

La dirección a cargo de la escocesa Lynne Ramsay es un trabajo que nos lleva a escudriñar paso a paso los recuerdos de Eva en torno a uno de los sucesos más desgarradores de su vida, pero más allá de presentarnos meras imágenes, nos invita a cuestionarnos, sorprendernos y vivir con Eva cada capítulo, para comprender su culpabilidad y su inocencia. La línea narrativa discontinua es parte del discurso y Ramsay lo maneja de una forma magnífica, ya que incluso justifica los saltos en el tiempo para convertirlos en retazos de la vida de Eva, que hay que conocer para comprender y perdonar.

El elenco por supuesto es una parte medular, y aunque el trabajo de maquillaje en personajes como Franklin (interpretado por John C. Reilly) exigía mayor atención, las actuaciones logran transportarnos a diferentes épocas y situaciones sin la necesidad de acentuaciones inútiles. Ezra Miller nos presenta a Kevin, el resultado del estilo de vida contemporáneo y, con él, una serie de patrones justificados desde el interior y no tanto culpable por su medio externo: Kevin son todos los adolescentes que asesinan a sus compañeros en las escuelas sin tratar de culpar a Marilyn Manson o a los violentos videojuegos, sino comprendiéndolos desde los pensamientos que los atormentan.

Swinton nos entrega el papel más importante de su carrera con Eva. Una mujer atormentada y cansada, pero con la vocación interminable de todas las madres cuya imposición social es amar a sus hijos a costa del infierno mismo. Los matices que presenta el personaje de Tilda son vastos y precisos, suficientes para que el espectador mantenga la atención en ella y viva cada instante como si fuera propio.

Tenemos que hablar de Kevin, necesitamos hablar de Kevin, y esta urgencia nos remite a una gran obra cinematográfica del cine moderno con un gran trabajo de edición, musicalización y fotografía logrando de una forma infame y definitiva, una película altamente dramática que nos llevará a cuestionar las relaciones familiares desde una perspectiva única.

lunes, 9 de enero de 2012

J. Edgar (2011)

El gran Clint Eastwood, que le dio al mundo THE UNFORGIVEN, que atrapó el interés de los espectadores y la crítica moderna a partir de una historia complicada entre el drama y la ternura con GRAN TORINO, consolidado en la actualidad por MILLION DOLLAR BABY y respetado por presentar una Jolie única en CHANGELING, ha ido perdiendo el rumbo de su fuerza al entregar una película tan mediocre como HEREAFTER y, en un intento de restaurar su reputación, presentando J. EDGAR.

En un lugar entre las anteriores, Eastwood imprime su sello característico y cadente para contar la historia, pero falla en el momento en el que los sentimientos no son suficientes para mantener el interés constante para afianzar el ritmo de la historia y termina por cansar a la audiencia.

Respecto al personaje en sí, el tono monótono y forzado de Leonardo Di Caprio le restan la credibilidad que había estado construyendo con películas anteriores, y si a esto le aumentamos el brillante maquillaje (no por maravilloso, sino porque en verdad brilla demasiado) uno termina por encontrar hilarantes escenas que debieron ser reflexivas según el tono del guión. Qué decir de la desaprovechada Naomi Watts, quien no tiene momentos importantes como para realmente presentar un personaje central. De rescatar en la actuación quedan sólamente Judi Dench, quien con todo y su pie roto construye una madre manipuladora firme; y Armie Hammer en una contraparte absolutamente creíble y llena de matices en los momentos requeridos.

J. Edgar es un drama con tintes de romance que no se atreve a ser lo suficientemente valiente como para desnudar por completo al personaje al grado de la catarsis y tampoco se atreve a ser lo suficientemente contundente respecto a la historia, por lo que terminamos conociendo un personaje acartonado, arquetípico y con tres únicas características en su espectro: obstinado, megalómano y homosexual. Es lamentable comparar esta película con los trabajos anteriores de los actores y el director, pero más desafortunado es que al lado de biografías como las dirigidas por David Fincher, este filme se queda corto y poco voraz.

 Una opción interesante y, cuando menos, honesta respecto al trabajo al rededor de uno de los hombres más poderosos de la historia norteamericana más allá del FBI.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Así se Siente el Amor (Begginers, 2010)

En una catarsis autobiográfica totalmente honesta, Mike Mills nos regala Beginners, película que llega tardía a las salas mexicanas y aún más en provincia, pero que se encuentra disponible ya a la renta. BEGINNERS es una tragicomedia romántica con un estilo franco y poco pretencioso que lleva de la mano al espectador a una parte que ni siquiera conocía de si mismo, muy al estilo de Gus Van Saint o Lars Von Trier, pero con una cinematografía propia que le da una voz importante a un director poco reconocido por sus trabajos de largometraje en el ambiente fílmico.

Este tipo de películas se disfrutan precisamente por la capacidad de realizar una obra original a corazón abierto por parte de todos en el equipo de producción, desde los actores hasta los musicalizadores, es notable el trabajo tan transparente de cada uno de los participantes para construir al menos tres lineas discursivas en un mismo argumento contextualizado históricamente en momentos tan específicos gracias a elementos tan simples como el sol, las estrellas y la felicidad.

Ewan McGregor, Christopher Plummer y Mélanie Laurent son los actores principales que encarnan a los protagonistas de la historia, y a través de sus experiencias nos van contando de qué se trata el amor. Un amor desde diferentes perspectivas y preferencias que, finalmente salen sobrando cuando se trata de tocar el punto focal de la historia: todos somos novatos y principiantes cuando se trata de amar.

Esta sencilla película de tan limitado presupuesto tiende a la grandeza del cine al grado tal de subtitular a un perro sin que la audiencia lo encuentre ridículo o fuera de lugar.

Definitivamente una opción interesante, puntual y totalmente agradable que vale la pena disfrutar solo o acompañado con el corazón abierto a entender las relaciones humanas desde el nivel personal, fraternal, con los animales y con la historia de uno mismo desde lo más íntimo hasta lo más político y social.

Una gran y sorpresivo buen sabor de boca.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Inmortales (Immortals, 2011)

Tarsem Singh Dhandwar es un director y productor de origen Hindú que se ganó un reconocimiento importante gracias a su extravagante visión aportada en la película THE CELL estelarizada por Jennifer Lopez en el año 2000. A pesar de su visionaria perspectiva, no fue sino hasta el 2006 cuando en coproducción con el galardonado David Fincher pisó de nuevo los sets cinematográficos para dirigir y producir THE FALL, una película conmovedora, mágica y arrebatadora que le permitieron años después (2011) tener la batuta de IMMORTALS.

 La trama es una variación interesante de la mitología griega y la historia de Teseo. Si habremos de tomar como referencia los suntuosos y altamente estéticos escenarios que Tarsem nos brindó con sus trabajos anteriores, era de esperarse una impecable y arrebatadora producción para 3D en este trabajo, sin embargo la película se desmorona desde el principio a pesar del trabajo de producción.

 Quizás lo más desafortunado de esta producción resida en la falta de ritmo durante la narrativa de la película, y pudo pasar desapercibido de no ser porque precisamente el ritmo es una parte trascendental en la historia misma del guión; cabe recordar que no es la primer interpretación de la mitología griega, pero esta es quizás una de las más pobres en cuanto a visión y contenido. Pareciera que incluso predecesoras como CLASH OF THE TITANS tuviera más sentido a pesar del contenido forzado.

 Un olimpo limitado en el que no queda claro quién es quién, escenarios imposibles, pero con una fotografía tan sombría que desmerece en todo momento y una historia que pareciera buscar el impacto de las películas de la década de los 70s empezando lentamente para culminar sacudiendo al espectador, momento que no termina de llegar, dejando al espectador "conformarse" con alguno que otro "momento fuerte" de impacto y relevancia, sin pensar que los shocks visuales sin un lazo catártico de por medio tienden a olvidarse con facilidad.

 Los productores de una joya de cinematografía como 300 y el director de trabajos imposibles como THE FALL o THE CELL fallan en todos los aspectos entregando una película oscura, lenta y con actuaciones mediocres opacadas por las caras bonitas de los actores totalmente descontextualizados. IMMORTALS termina por ser un intento tristemente ejecutado con grandes decepciones y pocos momentos sublimes salvo algunas escenas sanguinarias que podrían incluso evitarse.

lunes, 17 de octubre de 2011

El Árbol de la Vida (The Tree of Life, 2011)

El absolutamente reflexivo Terrence Malick ofrece una versión remasterizada de THE THIN RED LINE en otro contexto novedoso y mucho más denso.

Con un nivel poético y una carga semiótica de muy alto nivel, el torrente audiovisual que THE TREE OF LIFE desarrolla durante sus más de dos horas es un deleite visual.  Las imágenes fluyen lentamente en una armonía absoluta mostrando una constante dicotomia interior que arrebata la total reflexión en el público absorto en una sala totalmente en silencio.

A pesar de su tremenda y determinante estética, esta película presenta una historia tan común que quizás es en ese corazón donde reside la importancia de su guión: una familia y sus tres hijos a mediados de los años cincuenta que sufre las diversas situaciones de vida que van presentándose sin ser esperadas.  La película se debate entre las constantes contradicciones que ofrecen los ejemplos en la vida y, con un sentimiento profundamente religioso, presenta un panorama lejano al juicio y cercano, muy cercano a la realidad.

Las actuaciones estelares son realmente devastadoras, pero aún más arrebatadora resulta la interpretación de los niños: convincentes, realistas y cotidianas que, junto con un impecable y desgastante trabajo de cámara construye una realidad definitiva y capaz de agotar el aliento.

Sin embargo juzgar esta película por su profundidad nos lleva a cuestionarnos sobre el nivel de trascendencia que tiene en el lenguaje cinematográfico: la película por si misma es una obra de arte que puede apreciarse desde dos puntos de vista diferentes, el primero será el elevarla a donde la crítica la ha llevado dándole las mejores calificaciones por la gran cantidad de reflexiones a las que invita; el segundo es quizás el que pertenezca a la mayoría de la población y me atrevo a afirmar que no será más que un denso y cansado remix de imágenes documentales de National Geographic, Discovery, Jack Cousteau y Carl Sagan con los mejores recuerdos compilados de la vida de una familia cualquiera, musicalizados bellamente por una fina selección de la mano de a cargo de Alexandre Desplat.

Acercarse a THE TREE OF LIFE es una decisión del espectador, recomiendo mucho el evitar dejarse llevar por los grandiosos comentarios que ha recibido (Ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes 2011) y decidir si asistir para someterse a una profunda reflexión a partir de una obra de arte o entretenerse, si su caso es el segundo, definitivamente esta película no es una opción bajo ninguna circunstancia.


domingo, 16 de octubre de 2011

El Juego de la Fortuna (Moneyball, 2011)

Los guiones extraídos de situaciones cotidianas y reales son complicados: requieren de una delgada línea que separen los hechos reales de la añadidura que brinde a los espectadores algo un poco más fantástico e interesante para mantener un ánimo importante mientras se observan.

MONEYBALL es un drama biográfico que nos ofrece una serie de lecciones afortunadamente para el punto de vista de cada individuo, ya que carece de un mensaje digerido y esto permite ver la historia desde la objetiva lente de Bennett Miller, cuya originalidad en la dirección le brinda a la película un ambiente nublado y cadente que resulta atinado.

El guión despega lentamente y para algunos públicos puede resultar cansado, pero la moraleja final vale la pena la decadencia, ya que Miller remata con una muy atinada combinación de música-letra-mensaje que deja al público con un buen sabor de boca. Cabe destacar también del guión su apegamiento a los hechos en la vida de Billy Beane y el manejo de los mismos para la pantalla grande, el personaje es visto desde diversos puntos de vista y construido a base de situaciones cotidianas y momentos de relativa poca importancia que brindan la oportunidad del público para conocer a la persona en todas sus aristas.

Billy Beane es interpretado de forma integral y certera por un Brad Pitt despreocupado y profesional. La actuación seguramente retumbará en las nominaciones como fue el momento de Sandra Bullock con THE BLIND SIDE, y seguramente estará apoyado por los valores que representa el personaje aunque el remate final no sea el final que se esperaría en este tipo de películas.

 Con un remate importante que invita a la opinión y dosis equilibradas de comedia dentro de la cotidianidad, este filme es una reflexión atinada cuya revisión puede pasarse por alto y quedar en espera para disfrutarla en la sala de su casa a la renta.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Secretos Peligrosos (The Whistleblower, 2010)

El desafortunado subgénero de denuncia cinematográfica se ve representado una vez mas en una controversial y honesta película bajo la feroz, aunque poco efectiva, dirección de la canadiense Larysa Kondracki.

Basada en la historia real de Kathryn Bolkovac, este drama muestra otra cara de las Naciones Unidas y su innegable relación con el tráfico de infantes y mujeres para ser objeto de prostitución en los países afectados por alguna guerra, incluso soslayando su humanidad y reduciendo la existencia de éstas a meras consecuencias normales de la posguerra.

Indignante y cruda sin tener que ser absolutamente explícita o rayar en el torture porn, la historia se desarrolla con una narrativa simbólica y cuidada, aún cuando la fotografía dista mucho de ser elegante y majestuosa. Las actuaciones resultan convincentes y llevan al espectador de forma sencilla a entender a los personajes sin la necesidad de someterlos al sentimentalismo puro.

Una producción de bajo presupuesto con un tema poderoso a sus espaldas como lo es la denuncia a la compañía multinacional DynCorp, responsable de proveer "ayuda" a las naciones que "no son capaces de levantarse por sí mismas" después de sucesos devastadores y terminan siendo la policía internacional con lucrativos contratos de billones de dólares de por medio.

Como si lo anterior no fuera lo suficientemente indignante, además esta compañía ha sido, en la vida real, demandada por crímenes de guerra en Bosnia, Irán, Colombia y otras situaciones que van desde la tortura hasta el tráfico sexual.

El trasfondo de esta cinta rebasa por mucho la crítica a la que puede ser sometida para caer en el reportaje representado. Con pocas relaciones de catarsis y un lente absolutamente objetivo, esta película muestra de forma audaz una situación que la enterró a estrenarse en sólo 7 pantallas en Estados Unidos recabando poco más de un millón de dólares en cartelera en este país (AVATAR por ejemplo ganó 237 MDD, y el promedio de las películas estadounidenses es de 70 a 150 MDD)

Recomendable, aunque de arranque lento y tropezado, esta cinta es del calibre de THE INSIDER(1999) pero con muy poco interés por llevar el tema al juicio de la sociedad en general.

lunes, 3 de octubre de 2011

Contando a mis ex (What's your number?, 2011)


La capacidad histriónica de Anna Faris es quizás lo único que detiene a la cinta "Contando a mis Ex" de caer en la total insipidez y quizás llevarla hasta el final sin el deseo de abandonar la sala.

Con una historia escasa de altibajos o momentos críticos, esta película se desarrolla con un sinnúmero de chistes comunes y poco ingeniosos, además de contar con escenas totalmente descontextualizadas y un sobreexpuesto Crhis Evans como objeto de exhibición por su físico.

En el entendido de que para cada público y género existe una producción especializada, el problema principal de "Contando a mis Ex" reside en que no pertenece a ninguno de los géneros con la cabeza en alto, ni siquiera en el filme rosa de las comedias románticas por la falta de situaciones realmente destacables en el guión, ya ni hablar de la fotografía u otros factores que, en conjunto, hacen de esta producción un filme mediocre y poco satisfactorio.

La probable originalidad de la historia queda, pues, enterrada en un mal recuerdo de una película poco propositiva, muy al estilo de los 80's por la exposición de desnudos injustificados y con una actriz de comedia desperdiciada que es, quizás, lo más rescatable de la misma.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Miss Bala, 2011


La historia imaginaria de Laura Zúñiga (Miss Sinaloa) se retrata en el filme creado por Gerardo Naranjo, quien apoyado por Canana, compañía productora de Gael García Bernal y Diego Luna, entrega MISS BALA, una visión totalmente sui generis de quienes se ven forzados a participar en las actividades del narcotráfico en México.

La dirección nos muestra de forma absolutamente sensible un thriller cargado de dramatismo y angustia, cercano al terror. Mientras es desafortunado el tema por ser la herida avergonzante de nuestro país, el filme busca más que la denuncia un retrato posible de tantos pasos del crimen organizado que parecieran más desorganizados y ventajosos que la visión que tenemos la mayoría de los mexicanos respecto al gran festín de las drogas.

Con tomas interminables que para algunos pueden resultar cansadas, pero plagadas de contradicciones simbólicas y narrativa impecable, el desarrollo de la película es una creciente preocupación al rededor de Laura Guerrero, interpretada por Stephanie Sigman. Las situaciones se desarrollan a pasos largos y apresurados, y sin embargo atrapan al espectador en una constante compasión con la atinada interpretación de Sigman que logran despertar opiniones encontradas respecto a la realidad representada en la película.

Propia y desventurada, MISS BALA representará a México en los premios de las academias Española (Goya) y Estadounidense (Óscar) con una favorable crítica respaldándola.

Oscura en su fotografía y temática, hasta perversa a pesar de evitar litros desperdiciados de sangre, o incluso uso de drogas a pesar de ser parte del tema central; propia en cuanto a la visión poco convencional fotográfica y de dirección; desventurada por ser, una vez más, un retrato redoblado de la violencia en México que, para muchos, está sobreexpuesta, para otros es evidente.

Esta película, tristemente, será entonces más juzgada por las drogas, el gobierno y el narcotráfico que por el centro de la misma: la historia de una víctima abusada en todos y cada uno de los sentidos posibles.

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