
Comienzo objetivamente esta referencia diciendo que este es uno de los documentales más arriesgados e impecables que he tenido la oportunidad de ver.
La ejecución, transparencia y respeto con que se cuenta esta historia merecen un gran aplauso además del enorme cuidado en los detalles de producción, lo anterior sin considerar el enorme trabajo que debió realizarse por parte de todo el equipo para lograr la total y desnuda honestidad con que habla cada una de las personas que participa: desde el abusador hasta los abusados y sus familias. Brillante.
Esta joya incómoda es un documental infravalorado y seguramente sepultado que toca fibras mucho más sensibles que el abuso infantil y esto dándole el peso a mis palabras: no quiero soslayar la gravedad del abuso, sino la inimaginable red de consecuencias aberrantes que tiene para sus familias.
Ahora quiero hablar en tono personal: Cuando decidan abrir esta ventana oscura descubrirán que la vida de Oliver O'Grady y sus tantos abusos infantiles son lo menos grave del asunto. Lo digo así porque me asusta e indigna el pensar que (disculpen ustedes) unos verdaderos hijos de puta tengan tanta mierda en sus manos y la conviertan en oro sólido, los midas modernos que están detrás de instituciones cuyo objetivo debería ser tan puro como el guiar a la humanidad: la Iglesia. Y no sólo me refiero a los católicos donde desafortunadamente se ha concentrado toda esta porquería, sino a todos los que tienen en sus manos la libertad de gente tan asquerosamente nociva para los indefensos. Que Dios los pudra en vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario