Por destacar están las dos horas cuatro minutos en las que Joe Johnston se toma muy tranquilo una de éstas para contar todo el origen del Steve Rogers y justificar su personalidad... el problema es que la película termina por carecer de originalidad y retrata a Chris Evans corriendo de una manera muy peculiar, repartiendo escudazos a diestra y siniestra y demostrando que los soldados enemigos, aunque sean millones, son muy, pero muy inútiles.
Entretenimiento muy a la hollywood con valores trescientos por ciento estadounidenses, la película falla rotundamente en contar una historia emocionante y atractiva, terminando por dar a marchas forzadas la introducción de un superhéroe más para la próxima a estrenarse THE AVENGERS, donde veremos a Ironman, Black Widow, Hulk, Thor y por supuesto el Capitán América.
Decepcionante para muchos y simplemente entretenida, la película no logra un particular mensaje o emoción destacable salvo algunas risas y momentos poco inteligentes, cursis y muy, pero muy cafés.
Vaya a verla bajo su responsabilidad.
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