Todos conocemos X MEN, una de las franquicias multimillonarias de Hollywood opacada por el hype de producciones como PIRATES OF THE CARIBBEAN o HARRY POTTER, y es que a la audiencia el tema de los superhéroes le parece desgastado. Cierto. Sin embargo, llega a las salas la entrega de otra precuela a la trilogía principal que en un principio pretendía contar únicamente la historia de Magneto, pero creció a nivel de precuela principal en vez de caminar junto a historias como WOLVERINE.
La historia por sí misma es bastante interesante, por supuesto aún más para los seguidores del cómic, pero el corazón de este film definitivamente hay que agradecerlo a Matthew Vaughn, quien en su haber tiene 3 películas con un estilo bastante particular (STARDUST, LAYER CAKE y la inigualable KICK ASS) que le permitió construir una historia muy propia enredada no sólo en la atmósfera, sino en el tipo de películas de finales de los sesenta que le otorga un toque único y totalmente refrescante para la franquicia.
Con efectos especiales justos, una combinación de actuaciones decentes y sincronizaciones musicales-sonoras bastante impresionantes, X-MEN FIRST CLASS es una película bastante agradable, interesante y diferente que realmente sirve como punto de partida para quienes quieren entrar posteriormente a la trilogía o simplemente disfrutarla de nuevo. Gran opción.
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