
Srdjan Spasojevic decidió llegar al mundo del celuloide de la mano de la película más intensa que pudo haber creado, poniendo a Serbia en el mapa cinematográfico.
Vulgar, cruda, misógina, perversa, aberrante. La película lleva al grado extremo el torture porn arrastrando nombres del Splat Pack como Eli Roth, Alexandre Aja, Darren Lynn Bousman, Neil Marshall, Greg Mclean, James Wan, Leigh Whannell o Rob Zombie en el mero juego de niños.
El guión, como en la mayoría de estas películas, pudo haber tenido un contexto más inteligente; que aunque cuenta con el interesante dilema ético, lo deja de lado por glorificar el gore y la pornografía explícita que envuelve la mayor parte del film.
Seguramente se convertirá en una película de culto que causará sentimientos encontrados de amor-odio entre los seguidores del género... y de un odio generalizado entre el resto de los espectadores.
Cumple cabalmente con su finalidad y finalmente creo que se encuentra entre las cerezas del pastel en el ya cansado torture porn, pero lo hace obligando a la audiencia a presenciar definitivamente lo peor de las aberraciones sexuales. Y cabe mencionar que lo anterior lo afirmo muy lejano de ser un puritano en el tema.
Esta opinión la dejo lejos de recomendarla o no, creo que en esta ocasión es responsabilidad y decisión de cada quién "disfrutarla" o no.
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