
Ashley Bell y su hipermobilidad le brindan una credibilidad única de posesión. Mis aplausos por aprovechar tan genialmente una actriz tan dual entre la inocencia estúpida que refleja Ana Faris y la maldad absoluta. Su actuación es lo realmente rescatable de un guión flojo que se gastó sus mejores momentos a la mitad de la película para entregar un final totalmente decepcionante que deja caer -y romperse en pedazos- la tensión que había comenzado a generar.
No veremos a Nell subirse repentinamente a la pared ni caminar por el techo, lo cual siempre es una de las 'coqueterías' de los poseídos que engalanan estos temas; a pesar de lo que aparentemente promueve tanto el póster como el trailer. Veremos un guión al principio lento que va tomando forma y, como en manos de artesano, se deshace a punto de estar listo. Daniel Stamm entrega una cinta con miles de errores -como el estar grabada con una sola cámara y tener una edición de varios ángulos en un simple diálogo, posiciones imposibles del camarógrafo entre cortes, en fin...- que finalmente adquirió peso por tener a Eli Roth entre sus productores.
Con escenas copy-paste de THE EXORCIST y THE EXORCISM OF EMILY ROSE pero de bajo presupuesto, esta película es decepcionante, mediocre y suelta. Mala opción.
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