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Guy Ritchie no pierde su estilo aunque pierda a Madonna. En ocasiones sucia y obscura, en otras elegante y soberbia, SH resulta intrigante y divertida, sin embargo Ritchie olvida que lo que no tiene acción no tiene por qué ser aburrido. Con algunas escenas extensas e innecesarias, SH es una película plagada de buenos momentos y la soberbia y notable participación musical de Hans Zimmer.
Robert Downey Jr. en el mismo papel asintomático de toda la vida, un Jude Law poco brillante y una divertida y coqueta Rachel McAdams hacen una tercia que vale la pena disfrutar; aderezados por Andy García... ah no, perdón, Mark Strong (jejeje, no pude evitar compararlos) en el archivillano.
Pocos giros inesperados, pero con explicaciones inteligentes y finalmente una historia que garantizaba entretenimiento. SH es definitivamente una palomerísima opción a la que no vale la pena asistir medio dormido, pero en resumen bien hecha, divertida y en el grupo de 'buenas películas' que hay que ver.
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