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Definitivamente este film será uno de los más difíciles de reseñar.
No encuentro las palabras adecuadas para describir Antichrist vagando entre suprema, repulsiva, alterante, intrigante, grotesca, maravillosa, sin sentido... decadente, pero al mismo tiempo uno disfruta esa decadencia.
La dirección es altamente impecable y artística, lo que hace de la película un placer culposo; las actuaciones rompen los terrenos emocionales y físicos llevando al límite las situaciones.
Lars Von Trier es un juez omnipresente que lleva de la mano al espectador, le enseña las cosas con malicia infantil, lo jala a fronteras que el espectador francamente no desea ir, aunque también cae en cuestiones un poco tontas que rompen, aunque a la vez fortalecen la demencia interior.
Charlotte y Willem definitivamente me han dejado sin palabras. Un par de las mejores y más interiores actuaciones que he disfrutado.
Quizás el argumento de fondo es tan vago que se confunde con artístico gracias a la imagen de la película y la excelente combinación de fotografía, dirección y actuaciones: no confundir todo esto con una buena trama. En realidad el argumento de fondo es bastante sencillo, peca de simple; aunque estoy seguro que todos los cabos sueltos que deja libres a la interpretación gracias al lenguaje visual logra mucho más en los espectadores y permite que muchos la eleven a un nivel de perfección.
Altamente fuerte (gracias por una dosis de gore con mucho más argumento que películas como L'interieur o la decepcionante Martyrs por citar las últimas que he visto), aunque aún me sigo preguntando si lejos de ser buena o no terminó por gustarme o no.
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