Existen muchas películas de violencia: gore, humor negro, psicológica... en fin. Pero dentro del género se colocan aquellas cuya historia y personajes logran una indignación en la audiencia.
El remake de Last House on the Left realmente impacta, incomoda, exagera. El realismo que envuelve a los personajes resulta aún más alterante; sin embargo no podemos dejar de lado los clichés de las películas del género: por qué no tomar un cuchillo en vez de una botella, por qué no usar brassiere de vez en cuando jaja...
La historia es un tanto predecible, pero impactante e inteligente; el shock emocional en general es grande; aunque no es una gran película sí contiene altas dosis de entretenimiento y tensión.
Recomendable para quienes se quieren apergollar de sus acompañantes, cero recomendable para quienes no soporta mucha violencia. Buen remake, pero le falta mucho para ser un guión inteligente.
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