
Uno asiste al cine por diversos motivos, quitarse el estrés, apreciar la cinematografía, esperar a que le cuenten una buena historia, reir, ver sangre... al final de cuentas uno desea se entretenido, y a veces el entretenimiento como tal se resume a dejarse llevar por una historia divertida (no por cómica), bien contada e interesante por poco coherente que pueda llegar a ser (Recordemos que la Ciencia Ficción por sí misma es un género)
En este sentido, Ron Howard es un experto tanto como director como productor (Cabe mencionar Una Mente Brillante, Frost/Nixon, El Sustituto y El Código Da Vinci). Es un cine comercial y digerible cuya única intencion es entretener, y no por ello podría ser tan condenado.
Admito que las novelas de Dan Brown salen de los límites de lo creíble. ¿Y qué? Decir que son literatura barata no habla sino de personajes que consumimos libros y que esperamos siempre algo profundísimo. Se vale el entretenimiento vano, ¿por qué no?.
Tom Hanks repite su rol como el profesor Lagndon en un papel poco admirable, pero coherente al fin a lado de la israelí Ayelet Zurer (Munich, Vantage Point) y apoyados por un Ewan McGregor bastante ad-hoc con su personaje.
Plagada de escenarios falsos (porque por si no sabían, el Vaticano no permitió las escenas interiores de San Pedro), la película tiene un excelente ritmo y contiene escenas altamente estéticas adornadas por una fantástica música de Hans Zimmer.
Completamente recomendable y entretenida para quienes desean disfrutar de una historia sin mayores pretenciones.
Hay una o dos incongruencias o malentendidos acerca de los procedimientos del Vaticano y la visión hiper-retrógrada de la Iglesia Católica que hacen la película divertidísima. A la mitad uno no sabe si volverse protestante, físico o irse a estudiar a Cambridge.
ResponderEliminarConcuerdo contigo, Ricardo, hay cine para palomear y cine para ver cine. A los dos se les pide que cumplan su objetivo y al espectador, que no busque diamantes en las tiendas de bisutería.
HAHAHAHAHAHA
ResponderEliminarBuenísimo!