Ni Francis Lawrence, Robert Pattinson o Reese Witherspoon imaginaron terminar envueltos en este acaramelado melodrama que nos muestra una cara diferente, sobre todo del director, Lawrence, quien después de entregar varios videos musicales de artistas de géneros dispares desde el rock pesado hasta el pop más puro se enfrascó en dos proyectos ambiciosos ejecutados con la fotografía magna que lo caracteriza: CONSTANTINE, y I AM LEGEND.
La fórmula es infalible: un gran libro al estilo Titanic con el galán en turno (que en su tiempo fue DiCaprio) y bastantes emociones enfrascadas garantizan una buena historia, sin embargo la ejecución es lo que convierte a WATER FOR ELEPHANTS en una película que vale la pena disfrutar no sólo por el contenido, también por las imágenes bellas que llenan el ojo en cada toma; aunque cabe resaltar que llega a ser un poco cansada en ocasiones.
Quizás un cliché necesario, este filme refresca el género sin la necesidad de efectos especiales exagerados y de la mano de actuaciones digeribles que hacen de la película una buena opción para disfrutar en el género romántico tan devaluado últimamente.
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