
Edgar Wright entrega una absolutamente entretenida y bastante interesante película con Scott Pilgrim. Dentro de las películas que vienen de novelas gráficas, esta definitivamente es una opción refrescante y original que ocupa un lugar junto a 300 o incluso Sin City: no por la posproducción o efectos innovadores, sino por ser tan única como las anteriores.
Con un mercado claramente geek, Scott Pilgrim destaca por romper su nicho y llegar a audiencias inesperadas con una clara aceptación. Totalmente apreciable, la trama desarrolla una historia de amor muy al estilo de lo que habríamos de apreciar en un musical, sólo que a diferencia de los anteriores, no vemos canciones interpretadas para contar la historia, sino videojuegos intrincados y divertidos en la misma. Por muy 'soso' que esto pudiera sonar, es sorprendente cómo rompe el esquema y finalmente resulta una arriesgada y bien plantada producción.
Gran casting, efectos dinámicos y una historia poco común, definitivamente vale la pena disfrutarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario