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Qué podría resultar de una mercadotecnia más obvia que nada: una película totalmente lenta, aburrida, sin sustento y absolutamente predecible. No es que me sienta el gurú guionístico, pero sólo con la frase -nadie sabrá su secreto- tuve para saber el final de la película meses antes de su estreno.
Aunque el giro del final puede ser interesante, la película pierde todo suspenso e interés, y peor aún: cuando uno conoce toda la verdad, todo lo anterior de la película pierde sentido y se vuelve tonto.
Vera Farmiga es quizás el mejor elemento de esta película, su actuación como madre definitivamente es creíble y sincera; por el resto? hay que esperar una película con un giro al final interesante que finalmente se cae por la lentitud de la dirección; valdrá la pena sólo si no hay otra cosa mejor para observar en el horario que asistan al cine.
Muy mala opción.
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