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Jamás lograré entender por qué todo el 'buzz' del supuesto retorno de Sam Raimi al terror (se la pasa produciendo Grudge y Boogeyman...) cuando en realidad debería de amarrarse a su serie de Spider Man con la que se ha hecho millonario y que definitivamente no dudo que sabe hacer; pero esta película de plano de plano se salió de los límites.
Absolutamente predecible desde el poster (¿Cómo se les ocurre?), bobísima y que ni Adriana Barraza salva, Drag Me to Hell se desarrolla tensionante y con un excelente sonido... ya pues... es todo. Cliché, con efectos de película de bajo presupuesto cuando tenían bastante para gastar, repitiendo la misma asquerosidad toda la vida, boba... en fin, todo tiene y le falta todo.
¿Que humor negro? Nada! a mi me pareció que eso de que tenía humor negro fue porque de plano todo mundo se bota de la risa y entonces la quisieron justificar así (debo aceptar que yo sí estaba tratando de disfrutarla y al menos algo tensionante sí está) pero en realidad es una pésima y nada gloriosa película del terror de la vieja escuela tipo Pesadilla en la Calle del Infierno número 304 con varios brotes de Scary Movie.
Mala mala mala... vayan a verla con alguien que brinque mucho y audiencias que los soporten reir, de ahí en fuera, está para empaquetarla esperando que algún director después de muchos años quiera rehacerla en serio, porque el guión sí vale la pena producirse como se debe.
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